miércoles, 18 de noviembre de 2009

¡POBRE PÁJARO!

¡Pobre pájaro! Ayer libre volaba, alegre y venturoso en la pradera,
y en pos de su amorosa compañera el ancho espacio con afan curzaba
y en transparente fuente se bañaba,
y antes que la alborada apareciera esperaba del sol la luz primera
y con mil trinos el saludaba.
Mas hoy volar le impide rica reja,
no extenderá sus alas de colores pues la jaula cantar solo le deja.
Mas sin el verde prado y sin las flores ¿su canto será solo una queja,
un recuerdo del nido y sus amores?

TARDE EN LA MONTAÑA

Azules montañas cuajadas de pinos en el horizonte
aires perfumados de jara y romero silban en el monte
Trepando trepando tortuosos senderos marchan los chiquillos
y rozan sus piernas las hojas punzantes de verdes tomillos.
Todos van cantando llenos de alegria mientras van subiendo.
El sol oro y fuego tras de la montaña ya se va escondiendo...
Rostros encendidos igual que amapolas tienen al llegar.....
Se sientan a descansar pero su cantar sigue jubiloso rasgando el silencio
del monte dormido...
El sol se ha ocultado, lo anuncian las aves que vuelven al nido.

viernes, 6 de noviembre de 2009

LA MACETA


No tiene jardin Rosita pero tiene una maceta
que en el balcón de su casa da gusto y envidia verla,
tiene por flores claveles, de una fragancia tan tierna
que se eleva y que trasciende por toda la casa entera.
Rosita madruga mucho al llegar la primavera
y con cuidado y cariño su humilde maceta riega.
Después con sus suaves manos le quita las malas hierbas.
Viendo su gran hermosura con orgullo la contempla
y es feliz unos momentos Rosita con su maceta.



CANTABA LA NIÑA














En lejano bosque de verde enrramada
había una casota muy frágil y blanca
en la que se oía muy de madrugada
cantar a una niña desde la ventana.
Cantaba la niña, la niña cantaba
cuando al negro pozo le sacaba el agua
si a las ovejitas limpiaba la lana,
siempre repetía con su voz de plata
canciones muy dulces que el viento llevaba...
Cantaba la niña, la niña cantaba.

A LAVAR VA UNA ROSA


La niña de los dedos frios baja a lavar a la ria
esta llena de canciones que nunca se ven dormidas.
Entre los alamos pasa con su canción en la risa.
Tres pájaros atrevidos pican su canción de mirra.
La niña tiene unos ojos, tiene unos ojos la niña.
Es muy joven y lava, es su juguete la ria.
Tiene una pena apagada y una sonrisa encendida.
Y los ojos siempre negros de comer moras dormidas
y los labios siempre, siempre, empapados de sonrisas,
y los ojos siempre negros y las manos siempre frías.
Y el alma siempre muy clara feliz cantando a la ria
donde entre la espuma esconde sus manos blancas y frias.

ESTAMPA ROMÁNTICA


La princesa de los cuentos
sobre la hierba del bosque
paseando halló un pañuelo
blanco pañuelo de seda
que a una mano el viento robó.
La princesita lo coge
lo abraza sobre su pecho
y aspirando su perfume
mientras cruje entre sus dedos
piensa si lo habrá perdido
el príncipe de sus sueños.